Queremos iniciar esta sección de entrevistas con uno de los mejores amigos de la librería, el poeta y editor José Alcaraz. Balduque es la editorial que, junto a su pareja Pilar, mima y cuida con verdadero afán y minuciosidad de relojero. Muchos de vosotros ya conocéis esta gran editorial y aquellos que no la conozcáis no hay mejor manera para conocerla que a través de las palabras de su mismo padre.
Montaña Mágica- No quiero empezar esta entrevista con la consabida pregunta de «por qué una editorial ahora» o «cómo se os ocurre» y tal. ¿Por qué no nos contáis cuánto hay en este proyecto de idealización y cuánto del vil dinero?
José Alcaraz – Los proyectos editoriales tan pequeños como el nuestro no nacen pensando en el dinero. Todo es ilusión y ganas de hacer. Así fue en nuestro caso. Empezamos casi como un juego, aunque preocupados por aprender y hacerlo bien. Eso nos ha hecho responder cada vez con mayor exigencia a la atención del público, y en ese proceso nos va tocando aprender también a hacer números si queremos continuar. Y en esas estamos, seguimos en el camino.
MM- ¿Os fijasteis en alguna otra editorial como ejemplo?
J.A – Nos hemos fijado en todas. Grandes y pequeñas. Excelsas y horribles. En todas. Es importante aprender de los defectos de los demás, pero más aún saber apreciar los aciertos, las virtudes. No infravalorar logros sino guiarse por la admiración.
MM- ¿En qué medida creéis que habéis aportado vuestro granito de arena al panorama editorial durante estos dos años?
J.A. – Somos plenamente conscientes de nuestras limitaciones. Así que también aprendemos de nuestros defectos, por supuesto. Sabemos detectarlos, no nos podemos permitir el lujo de hacer lo contrario, la editorial se quedaría estancada. En ese sentido, nuestro granito de arena somos nosotros mismos, existir, ser una más de las múltiples editoriales pequeñas que nacen todos los años en España. Intentarlo dignamente.
MM- Supongo que estaréis de acuerdo en que hay más oferta que demanda actualmente en el mundo del libro. ¿En qué medida ha afectado esto a vuestra planificación editorial? ¿Lo consideráis una extrañeza nacional más para la colección?
J.A. – Ya nacimos con esa situación, formamos parte de ella. Las cosas están cambiando mucho y más que lo van a hacer. Quizás todo empiece a fragmentarse, quizás cada autor termine por ser su propio editor, o todo lo contrario. ¿Quién sabe? De momento, no veo a nadie despistado, veo a todo el mundo alerta.
MM- ¿Y «La clase media lectora»? ¿Existe? ¿Existió y fue fulminada por la crisis? ¿Nunca existió?
J.A. – Yo he visto lectores de exquisito gusto literario compartir en Facebook cadenas absurdas de bulos y noticias ridículas, tragárselas. Y me pregunto qué han aprendido entonces, cuál ha sido su nivel de profundización. Quiero decir con esto que estoy tan confundido que me resulta complicado responder a tu pregunta ahora.
MM- Supongo que habréis tenido que descartar legajos de amigos y conocidos del mundo literario. ¿Cómo lo habéis gestionado? ¿Puede el ego provincial con las buenas intenciones?
J.A. – Balduque ha prestado especial atención a su entorno en sus inicios. Por eso hemos publicado a bastantes autores de la Región de Murcia, nuestra tierra. Y no ha sido por falta de miras sino porque lo creíamos necesario. De hecho, otras editoriales de aquí que han surgido casi al mismo tiempo comparten esa visión, porque había mucho que hacer en ese sentido, muchos autores de calidad desatendidos y con muy pocas posibilidades de publicar. Esto también implica un sacrificio para una editorial como Balduque, cuya vocación es nacional e internacional. Suficiente trabajo hacemos todas estas editoriales. Además, Balduque pretende durar, hacer un recorrido y seguir haciendo hueco a todos aquellos escritores de interés. Esa visión de futuro es la que le falta a veces a muchos autores. El ego no es provincial sino universal, y casi nunca sabe temporizar.
MM- ¿Cuántas largas noches de trabajo puede llevar un proyecto como el vuestro?
Trabajo, todo el que quieras. Horas y más horas. Nosotros somos lectores, correctores, maquetadores, oficinistas… Siempre con facetas nuevas que añadir a nuestro bagaje.
MM- Viendo lo visto, ¿recomendaríais a algún amigo iniciar un proyecto como el vuestro?
J.A. – Sí lo tienen claro, una vez advertido de todos los inconvenientes, adelante.
MM- Otro punto del que poco se habla e influye muchísimo en el ser o no ser de estas aventuras es el de la distribuidoras. ¿Nos contáis vuestra opinión?
J.A. – Hemos tenido mucha suerte de encontrar a Soidem. Es la plataforma que montó la revista Jot Down para distribuirse, se adapta como anillo al dedo a nuestras necesidades y nos ha permitido dar un notable salto de calidad respecto a la anterior distribuidora con la que trabajábamos. Sin distribución no creceríamos, nos parece un punto bastante importante.
MM- ¿Os arriesgáis a decir el título y autor de vuestra obra preferida publicada por Balduque?
J.A. – Hasta la fecha llevamos veintitrés títulos y a todos les tenemos cariño. Siempre tendremos grandes recuerdos de Martillo; fue nuestro primer libro y vivimos grandes momentos personales antes y después de su salida, cuando todo era nuevo para nosotros. Además, tuvo muy buena crítica y dio a conocer a Alejandro Hermosilla, un escritor potentísimo. Con los siguientes libros sentimos prácticamente lo mismo, la verdad. Y hasta con los últimos. Siempre hay un pellizco, un vértigo agradable.
MM- Por cierto, bonito nombre. ¿De dónde surgió?
J.A. – Como el proyecto salió de la nada y en tan poco tiempo, no teníamos ningún nombre pensado. Sólo queríamos una sola palabra, que ninguna editorial se llamara así ya y que no sonara moderno. Que fuera bastante neutral y que tuviera relación con el papel, con los libros. Como había trabajado unos años antes en un archivo histórico, pensé en el balduque, que es esa cinta encarnada tan utilizada en archivos para atar legajos y que también usaron muchos de nuestros clásicos con sus manuscritos. Así la editorial Balduque archivaría con mimo textos y nombres de escritores haciendo crecer no sólo un catálogo sino también una familia.
MM- ¿Nos veremos en una nueva entrevista dentro de cinco años, tanto la librería como la editorial, o esto va camino del desastre?
J.A. – Querido Vicente, estamos en una espiral de destrucción sin retorno, pero dará para una nueva entrevista dentro de un lustro.
MM- Y por último, unas palabras para vuestros lectores habituales.
J.A. – Gracias por confiar en nosotros. Seguid ahí, no os defraudaremos.
