En vivo y en directo (y II)

Acaba de entrar una pequeña niña de la mano de su madre. La sonrisa velada de esta última y los ojos abiertos y limpios de la «princesita» me hacen prepararme para lo mejor.

-¿Ha pasado ya? -me pregunta la niña, asomándose al mostrador.

-¿Quién, cariño? -le respondo.

-¡Pues Papá Noel!- acaba por increparme con gesto de incredulidad

-¡Claro! ¡Claro! -respondo raudo- Vino a las cinco de la madrugada y estuvimos hasta las ocho embalando paquetes.

-¿Sí?

-Sí.

-¿Sí? ¿De verdad?

-Sí, de verdad de la buena.

-¿Sí?

-Que sí

-¿En serio, Mamá? -le pregunta inquieta a su madre.

-Pues este hombre sabrá a la hora que se ha levantado -responde con sorna la Señora.

-Bufff…muy temprano.

-¿Sí?

-Eh, sí.

¿Entonces Papa Noel ya no vuelve?

-El año que vuelve, cariño.

((((Silencio)))

(((Silencio)))

-¡Mamá, vámonos que aquí no hay nadie!

 

Pues eso, queridos Montañeros. Nada como la sinceridad infantil.

 

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s