«Corazón que ríe, corazón que llora» de Maryse Condé

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Maryse Condé – Corazón que ríe, corazón que llora (Ed. Impedimenta)

Os queremos acercar una de las obras que, casi con toda seguridad, van a marcar la escena literaria durante el inicio de este 2019. Se trata del recién publicado libro de la autora francesa (nacida en Guadalupe en 1937) Maryse Condé, que recibió el pasado año el «Premio Nobel Alternativo» por toda su obra.

Para muchos es una escritora desconocida. Poco podemos encontrar traducido al español, más allá de las publicaciones en Editorial Juventud («La colonia del nuevo mundo«), Círculo de lectores («La bruja de Salem«) o en Ediciones B («Segu«), todas ellas datadas en el pasado siglo. Podríamos, por así decirlo, encontrarnos ante una de las voces más importantes de habla francesa con escasa traducción y repercusión en nuestro país. No dudéis en informaros sobre su trayectoria, porque es abrumadora y nos hace tener la esperanza de ver pronto nuevas publicaciones de la misma.

Editorial Impedimenta y todo su equipo son los (benditos) culpables de que estemos escribiendo estas breves líneas sobre una obra que nos ha enamorado desde las primeras páginas. Podríamos enmarcar a esta obra en concreto (y parece que de manera general) dentro de la ficción histórica o, como se ha rebautizado, la autoficción. No en vano, en «Corazón que ríe…» nos encontramos el relato de la infancia de Maryse, octava hija de una pareja de color nativa de Guadalupe, colonia francesa, aburguesada y alejada de las costumbres y raíces de su pueblo natal. «Alineados» (en palabras del hermano mayor de Maryse, Sandrino) por la cultura francesa, serán meros espectadores dentro relato que transita desde la más ignota infancia hasta el el caudal desbordante de la juventud de la autora.

Sin hacer ningún acercamiento al barroquismo literario, Condé nos atrapa con al sencillez y fluidez de aquellos escritores que saben transmitir con los elementos justos de la palabra, dejando la intensidad del verbo para aquellas escenas que ella considera oportunas. Las necesarias para convertir a esta obra en una de las grandes recomendaciones de nuestra librería.

Podríamos, sin querer saltarnos los cánones de la crítica literaria, que este libro es una dulce onza de chocolate que se disuelve con delicadeza en nuestro paladar. Un libro en el que yacen la inmadurez, la crueldad, la incomprensión, y la tenacidad de un carácter que se va forjando, irremediablemente, según las experiencias y el tiempo histórico en las que se vivieron. No hay concesiones, en ningún momento a la duda, a cuestionarnos sobre el peso de las palabras que leemos. Así fue y así fue narrado. Algo nada fácil, por más que lo parezca.

Solo dejar un breve extracto de la obra haciendo referencia a la dura relación que tuvo con su madre, siendo ella ya adolescente: «Estaba vieja y sola. Mi padre llevaba en Sarcelles desde el lunes. Sola y vieja. Trepé a su cama como cuando era niña, como cuando nada podía impedírmelo, ni las más estrictas prohibiciones. La abracé, fuerte, fuerte, la llené de besos. Bruscamente, como si nos hubieran apretado un botón, nos pusimos a llorar. ¿Por qué? …. Por el final de mi infancia. Por el final de cierto modo de vida. De una relativa felicidad. Deslicé una mano entre sus pechos, que habían amamantado a ocho hijos, pechos ahora inútiles, marchitos…«.

Nosotros, desde La Montaña Mágica, os invitamos fervientemente a que os hagáis con este libro.

Hasta la próxima.

(Gracias a Editorial Impedimenta por la confianza).

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